Me gusta ir de safari a polladas, pero no me gusta el pollo a la brasa. Me gusta ver a los hombres que se colocan globos en las nalgas y en los pechos, pero detesto que se me acerquen a pedir caramelitos de un sol cincuenta. Y por sobre todas las cosas, me fascinan las frases imperecederas de las combis, pero le tengo una tirria singular a los cobradores. Siempre he tenido el cabello largo, y no me preguntes por qué. Tú lee nomás cholito.
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